FeministaS Si, Feminazis No
Feministas SI, Feminazis NO
“Feminista es cualquiera que reconozca la igualdad y plena humanidad entre mujeres y hombres”. (Gloria Steinem).
En la película “Una cuestión de Genero” de la abogada y madre de familia americana Ruth Bader Ginsburg, inspirada en su historia real, que junto a su marido el abogado Martin Ginsburg, cambió el curso de la historia con un singular caso sobre discriminación de género que abrió el camino para la igualdad en los Tribunales de Estados Unidos, al principio de los años 70. Hoy día en España, esas leyes discriminatorias por cuestión de genero no existen, afortunadamente, de manera que las conquistas de las mujeres españolas de derechos y libertades son citadas y conocidas fuera de nuestras fronteras, por ejemplo, la Ley de Violencia de Género y la Ley del matrimonio homosexual, que son pioneras en Europa. No es la primera vez que España es pionera en Europa y hay que recordar que las Cortes de León marcan el nacimiento de las primeras cortes europeas hace ya casi mil años, en 1188. Y en relación con el tema de la diferencia salarial entre hombres y mujeres es preciso recordar que en España es inferior a otros países europeos como Alemania o Gran Bretaña.
En los pasados Juegos Olímpicos de Londres en 2012, en el medallero de la delegación española hubo un predominio de atletas femeninas: 11 medallas de mujeres. Esta predominancia femenina se repitió 4 años mas tarde en Rio de Janeiro. Las mujeres ganaron más medallas y de mejor calidad, 9 medallas, con predominio de oro y plata y los hombres 8, con predominio de bronce. La presencia de la mujer en competiciones deportivas internacionales demuestra mayor voluntad y eficacia, a la vez que ha demostrado más éxito que los varones. Es decir que el fenómeno de la mujer en el deporte español, europeo y mundial no es pasajero, sino que esta instaurado de forma permanente en nuestra sociedad, con lo cual nos alegramos todos los ciudadanos por igual.
En España hay una abrumadora mayoría de médicos residentes, (80 %) y adjuntos jóvenes que son mujeres y que en poco tiempo llegarán a ser mayoría en los hospitales españoles. Cuando yo empecé los estudios de Medicina en mi curso había un 10 % de estudiantes femeninas. Hoy en cualquier facultad de medicina de España, pueden ustedes comprobar que la proporción se ha invertido y las mujeres son ya la gran mayoría de nuestros futuros y presentes médicos. También en nuestro país hay una mayoría abrumadora femenina en los cuerpos de élite del Estado, a los que se accede por oposición: abogados del Estado, economistas del Estado, jueces, fiscales, notarios, registradores e inspectores de Hacienda. Todos estos ejemplos demuestran que la mujer española, a la hora de medirse intelectualmente en igualdad de condiciones con los varones, esta al mismo nivel que ellos. Se podría decir con ello, y se han puesto solo algunos ejemplos, que la mujer española esta al mismo nivel que el hombre. Ya sabemos que todavía falta mucho camino por recorrer pero ¿lo pueden decir de igual forma otros muchos países ? Y sobre todo, este avance extraordinario de la mujer en la sociedad española, se ha producido en apenas 40 años.
La Norteamericana Camille Paglia es conocida como “la feminista a la que odian las feministas” porque huye de lo políticamente correcto. Una de sus frases es “el feminismo ha conseguido envenenar la atmósfera cultural con su aversión a lo masculino”. Totalmente cierto.
Podemos entender el feminismo como aquel movimiento que lucha por conseguir en nuestra sociedad para las mujeres las mismas oportunidades y derechos que los hombres. Perfectamente de acuerdo con ello y con las feministas que tengan este objetivo fundamental, que no dudo que serán muchas y de buena fe. Pero no parece ser este, el objetivo actual del movimiento feminista ya que, de hecho, creo que muchas feministas actuales, si no la mayoría, están apoyando, en la práctica políticas que otorgarían a las mujeres más oportunidades que a los hombres, al ver el éxito inicial de sus reivindicaciones sobre todo en España y Europa. La Ley de Violencia de Género es un ejemplo claro y meridiano de ello.
Un tema muy importante de esta Ley de Violencia de Genero de España, pionera en Europa desde el año 2004, es que la condición de víctima de violencia de género permite acceder a multitud de ayudas y ventajas económicas, jurídicas, patrimoniales y relativas a la patria potestad de los hijos sin necesidad de mayor prueba, que la simple denuncia ante la justicia y sin presentar ninguna prueba de ello. Lo han leído bien, sin presentar ninguna prueba, solo la denuncia en la autoridad de que esta siendo victima de malos tratos físicos ó psicológicos por parte de su pareja. Esta Ley de Violencia de Género, realmente sorprendente, tiene dos consecuencias fundamentales para ambos miembros de la pareja, cuando la denuncia por maltrato es presentada por la mujer:
a) Obtención de ayudas y ventajas de forma justa, pero también fraudulenta en casos falsos, en detrimento de las verdaderas víctimas de violencia doméstica, al activar automáticamente el protocolo de esta ley, como son las siguientes:
- Abandono del domicilio y detención automática del supuesto maltratador en comisaria por uno o varios días. Si es viernes lo más probable es que pase el fin de semana en el calabozo
- Uso exclusivo de la vivienda y pago del alquiler ó hipoteca de la vivienda por parte del maltratador
- Custodia automática de los hijos para la mujer
- Prestación de 426 euros a cuenta del erario publico para la mujer
- Alojamiento gratuito en centro de acogida, si es necesario
- Becas y ayudas para la universidad de los hijos
- Imposibilidad de que el padre acceda a la custodia compartida de los hijos
Todo esto sin presentar una solo prueba de que el maltratador realmente lo es. Parece mentira, pero así es. Es una Ley que choca frontalmente con la Constitución Española, ya que la Ley debe proteger a todos por igual para cumplir el Artículo 14 de la Constitución Española: “Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”
Hay multitud de videos en redes sociales con casos lamentables sobre falsas denuncias presentadas por mujeres contra sus maridos por razones diversas y perversas y denunciadas por mujeres profesionales responsables, hartas de la situación actual. Hay casos publicados en los medios realmente extremos, acusando al marido falsamente hasta de pederastia, como uno reciente absuelto tras 5 años de lucha por un juzgado de Sevilla. Un hombre y también creo que los jueces de Violencia de género tienen que tener muy claro dos cosas, entre otras, en relación con las mujeres: Una, que como decía Napoleón, las batallas contra las mujeres son las únicas que se ganan huyendo y dos, no hay peor enemigo que una mujer inteligente, despechada y furiosa. ¿Quien y como se compensa una denuncia falsa en el ámbito familiar? Sin embargo y según múltiples abogados, cuando la denuncia por maltrato es presentada por el hombre, el 90 % de las denuncias son rechazadas, ya que la sociedad española y las fuerzas de seguridad del estado, no aceptan la figura de un hombre maltratado. ¿Todavía seguimos creyendo que la mujer y el hombre, en España, son iguales ante la ley ?
b) Las múltiples Asociaciones formadas alrededor de la Ley de Violencia, generalmente alrededor de los partidos de la izquierda política, reconocidas por el gobierno andaluz del PSOE, como tantas otras a lo largo de su infausta historia en Andalucía, para favorecer claramente al circulo del amigos, familiares y votantes del PSOE. Estas asociaciones y sus dirigentes que viven de las ayudas otorgadas por la propia ley algunas veces desamparan a las mujeres y aplican los millones de euros en su beneficio propio, demostrando una vez mas que se aprovechan los caraduras y se vean perjudicados los inocentes. Es decir, no destinan los recursos a las víctimas que verdaderamente los necesitan.
Nunca he entendido porque las feministas no protestan en forma clara y rotunda, por la monstruosidad de los matrimonios con niñas en múltiples culturas, por la ablación de clítoris en África y países musulmanes, por la desigualdad de la mujer en países que vergonzosamente discriminan a la mujer (Arabia Saudi y otros países árabes) y si protestan en países como España, donde los derechos de la mujer están, afortunadamente, a años luz de los otros países, aunque todavía quedan muchos logros por conseguir. Siempre me he preguntado esto y una de las respuestas que tengo es sino será porque en España el feminismo político si esta reconocido socialmente en medios de comunicación (prensa, radio y TV y esto da mucho dinero y notoriedad a las feministas que participan) y, sobre todo, esta subvencionado económicamente a través de múltiples asociaciones muy lucrativas (véase el ejemplo de Andalucía) y en los otros países no existen dichas subvenciones. No podemos ocultar que algunas mujeres, individual o colectivamente, han sabido aprovecharse para bien o para mal, a lo largo de la historia de su supuesta inferioridad.
Los movimientos feministas tienen un largo camino por delante, siempre y cuando quieran hacerlo sin euros ni subvenciones de por medio, en recuperar terreno en territorios contrarios a sus ideas y exigencias, por ejemplo: los grandes creadores de la moda de la mujer son hombres, salvo honrosas excepciones, los grandes chef de la cocina mundial, son hombres, también con honrosas excepciones y los grandes autores de la literatura mundial (por poner solo 3 ejemplos) son hombres también, esta vez con honrosas y mas frecuentes excepciones. Animo a estos movimientos feministas a luchar para conseguir igualdad en estos terrenos que de manera evidente están bastante desnivelados actualmente. Pero mucho me temo que estos avances de la mujer, a largo plazo, no son los que quieren los movimientos feministas mucho mas preocupadas por los avances a corto plazo y con leyes por delante como la Ley de Violencia de Género, que tan fáciles y positivos beneficios, sociales y económicos, pueden reportarles.
Me han parecido muy oportunas las características del feminismo moderno de mi admirada Inés Arrimadas: «El feminismo no es de ningún partido politico, no es decir portavozas, es cambiar políticas» reclamando una lucha por un feminismo liberal, moderno e inclusivo que también cuente con los hombres. Totalmente de acuerdo con ello y no con la idea trasnochada y antigua de las feministas de la izquierda de nuestro país, con continuas patadas a la RAE.
Tambien muy positivo es el libro presentado por la escritora Edurne Uriarte “Feminista y de derechas”, que estoy deseando leer, ya que me parece muy correcta la tesis de esta escritora en contra de la tendencia actual del movimiento feminista de atribuírselo solo los partidos políticos de izquierdas. Muy interesante lo que dice de la conciliación como uno de los grandes retos del cambio. “Habrá igualdad el día que concilien ellos tanto como ellas. Soy partidaria de esa conciliación, pero no por imposición del Estado ni por permisos de paternidad obligatorios”, dice Edurne Uriarte.
El partido político comunista de Podemos (actualmente en derrumbe, como el comunismo y socialismo en el mundo), quiere intentar implantar una asignatura de feminismos en los colegios españoles. Me parece una idea totalmente afortunada si no tuviese ninguna connotación política, pero lo propuesto por Podemos me parece muy desafortunado ya que evidentemente al ser un partido de extrema izquierda van más por introducir una Ley de Genero, con la excusa del feminismo de izquierdas, que no de hablar de feminismo. Y ese es un tema muy importante al que dedicaré otro articulo.
Igualmente me han parecido muy oportunas las declaraciones del secretario general de Vox, Javier Ortega Smith, que ha dicho que “acordarse de las mujeres un día al año o ponerles cuotas, como si las necesitasen, para llegar a puestos de responsabilidad en la Administración o las empresas es no valorar a las mujeres. Todos los días tienen que ser los días de la mujer española”. Este domingo Ortega Smith, había asistido a la manifestación celebrada en Madrid en favor del campo y sus tradiciones convocada por la Asociación Rural y ha resaltado el papel de la mujer rural. Si me permiten un comentario les diré que el presidente chavista de Venezuela, ganó las primeras elecciones democráticas por el apoyo de los pueblos del interior y zonas rurales, totalmente olvidadas por los gobiernos de Venezuela.
Algunas veces los movimientos feministas yo creo que, con su actuación, consiguen unos efectos anti-feministas, demostrando con ello una falta de solidaridad absoluta y un egoísmo tremendo. Por ejemplo, la Ley de Violencia de Género, que hace que algunas mujeres libremente o asesoradas por abogados, se aprovechen de la Ley acusando falsamente al hombre de maltratador y con ello perjudiquen enormemente a otras mujeres verdaderamente maltratadas por su pareja. Otro ejemplo relacionado con mi profesión es la famosa píldora del día siguiente, que grupos feministas se apuntan como un logro en la emancipación de la mujer y en los planes anticonceptivos y en realidad es un triunfo del hombre machista para no usar el preservativo, aparte de haber aumentado las enfermedades de transmisión sexual en la mujer y los trastornos del ciclo femenino, con sus consecuencias negativas, cuando se usa varias veces en el mismo mes.
Las feministas han hecho uso de la injusta Ley de la Violencia de Género, denunciando a hombres de forma partidista y con objetivos perversos en su propio beneficio, perjudicando a mujeres que sí realmente han sido maltratadas y por lo tanto van en contra de la mujer. Nadie niega esta evidencia en el mundo de hoy de que la mujer es la principal victima y ello no es contrario a que se intente hacer una Ley mas justa para todos los miembros de la familia, no solamente para la mujer, es decir los ancianos, los hijos y el padre. ¿Porqué este extremismo, esta bipolarización entre machistas y feministas, en nuestra sociedad? Siempre me he preguntado si las feministas profesionales solo defienden a las mujeres y no les importan nada, sus padres mayores, sus hijos y sus parejas. Con su actuación, así lo hacen parecer.
El movimiento “Me Too” estandarte del feminismo actual, nacido en los Estados Unidos a finales de 2017, por su fundadora Tarana Burke y como consecuencia de una serie de denuncias judiciales por algunas actrices contra el productor cinematográfico Harvey Weinstein, en Hollywood, por abuso sexual, fue extraordinariamente importante para el mundo feminista y para toda la sociedad en general. Prácticamente nació en la ceremonia de los Oscar de Hollywood de 2017 en que la actriz feminista Frances McDormand hizo ponerse en pie durante la entrega de los premios, sólo a las mujeres nominadas (imagínense que un actor masculino hubiera hecho lo contrario) lanzó un discurso y concluyó reivindicando la “Inclusión Rider”. Se refiere esta cláusula Rider a que los artistas poderosos en el mundo del cine, exijan que en cualquier rodaje haya al menos un 50% de mujeres, un 40% de diversidad étnica, un 20% de personas con discapacidad y un 5% de individuos LGTBI. Según un excelente articulo de Javier Marías en el País Semanal, “el origen de la “Inclusion Rider” al parecer se debe a Stacy Smith, profesora de una Universidad californiana, la cual se molestó en mirar con lupa, lápiz y papel novecientas películas estadounidenses de entre 2007 y 2016, y en indignarse al computar que el 70,8% de los personajes eran blancos, frente a un 13,6% de negros —que, dicho sea de paso, es justamente la proporción de la población de esta raza en su país— y un 3,1% de hispanos. Más indignante aún: insuficientes personajes homosexuales y transgénero. También comprobó con espanto que en los guiones hablaba una mujer por cada 2,3 varones parlanchines. Y añadió furiosa: “Las películas no dan a todo el mundo la misma oportunidad de aparecer en ellas”.
Itziar Bollain, una de nuestras mejores directoras de cine lo dice claramente: “hay que potenciar a través de los platós la presencia de mujeres. Allá donde haya un desequilibrio se debe corregir, pero cuotas en los festivales de cine, ni de broma”. Estoy seguro de que Isabel Coixet, otra de las mejores directoras españoles de cine, opina en forma parecida. En este sentido una de las mejores plumas de la literatura española, Javier Marias es claro y contundente: “El arte no es lo mismo que la vida real, en la que todos deberían tener la oportunidad de educarse y trabajar. El arte depende de cada individuo”. La clausula Rider posiblemente sea mas justa con la vida real, pero sería el final del cine como arte.
Por ello no es posible aplicar al arte, al cine, a la literatura, la “corrección política” y las cuotas feministas tan frecuentemente solicitada por los movimientos feministas. El día que para hacer una película se exija el 50 % de mujeres y hombres en el reparto, el dia que en una exposición de arte se exija que la mujer este representada en un 50 %, y el día que para escribir un libro se exija la cuota femenina, habremos terminado con todo ello. Menos mal que mujeres inteligentes e importantes en estos terrenos están en contra de ello y así lo manifiestan al igual que ocurre con hombres inteligentes e importantes, de forma que van en una misma dirección que las mujeres. Es la única forma de asegurar el éxito del proyecto, mujeres y hombres trabajando juntos.
Como todos los movimientos feministas, posteriormente empezaron a surgir comentarios ponderados y prudentes y otras veces indignados, de mujeres (los hombres no nos atrevemos) pertenecientes al mundo del cine y de la literatura sobre el peligro que significaba su generalización. Una de las victimas del “Me Too” ha sido Woody Allen, uno de los genios del cine con películas que han marcado una época en la historia y en nuestras vidas, condenado al ostracismo tras las acusaciones de abuso por parte de su hija adoptiva (nunca demostrado, pero no importa, la noticia ya se lanzó a los medios y esto es más que suficiente para arruinar la vida de un hombre), y muchas dificultades para que su última película llegue a estrenarse y que es poco probable que encuentre el modo de hacer ninguna otra. Es realmente tremendo ser victima y sobre todo victima inocente, de un movimiento tan poderoso como este feminista y mundial del “Me Too”. Dice Elisa Martin, profesora de literatura de la UAM, en una carta conmovedora publicada en El País, sobre una de las películas de Allen, Hannat y sus hermanas, “desde mi presente de mujer feminista, profesional, madre de dos niños pequeños, hago una petición, creo que tan humilde como necesaria: por favor, quiero ver la última película de Woody Allen. Espero que ustedes lo entiendan”.
Como bien dice Vargas Llosa, “ahora el más resuelto enemigo de la literatura, que pretende descontaminarla de machismo, prejuicios múltiples e inmoralidades, es el feminismo”. No todas las feministas, desde luego, pero sí las más radicales, y tras ellas, amplios sectores que, paralizados por el temor de ser considerados reaccionarios, ultras y falócratas, apoyan abiertamente esta ofensiva antiliteraria y anticultural. Por eso casi nadie se ha atrevido a protestar aquí en España contra el “decálogo feminista” de sindicalistas que pide eliminar en las clases escolares a autores tan rabiosamente machistas como Pablo Neruda, Javier Marías y Arturo Pérez Reverte”.
Creo finalmente que la solución al machismo no es el feminismo, un extremo y otro, sino una política consensuada de igualdad entre hombres y mujeres, un feminismo liberal como propone Ines Arrimadas. Creo que el feminismo no pertenece a la izquierda (esta no pierde ninguna oportunidad para adueñarse de movimientos políticos, como el 8-M) o derecha política. En el punto medio esta la virtud y no en los extremos. ¿Como es posible que una mujer se declare abiertamente feminista y se la ensalce a los altares y un hombre que se declare machista sea criticado de todas las formas posibles? Mal camino llevamos para intentar solucionar un problema, cuando ambas partes están en posiciones antagónicas. Creo que se esta produciendo un estado de crispación y enfrentamiento social y familiar entre mujeres y hombres, que no va a llevar a ninguna solución positiva y beneficiosa para ambos, pero sobretodo para las mujeres.
Manolo Gallo
8 de marzo 2019
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!